Israel tiene a la ONU en el punto de mira (y no le importa una ruptura definitiva)

En medio de la actual invasión de Israel en el sur del Líbano, las fuerzas de la UNIFIL se encuentran en una situación crítica. Desde el inicio de las operaciones militares, las tropas israelíes han realizado ataques recurrentes contra posiciones de la UNIFIL, alegando que Hezbolá utiliza a los cascos azules como escudos humanos. Israel ha instado en repetidas ocasiones a los estados europeos y a la propia ONU a retirar las fuerzas de paz, reiterando que no puede garantizar su seguridad. Para Israel, la misión ha sido un fracaso y es rehén de los intereses de Hezbollah. Para la comunidad internacional, Israel busca la expulsión de la UNIFIL para deshacerse de un testigo incómodo de posibles violaciones del derecho internacional.

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Este conflicto con la UNIFIL es parte de un deterioro mayor en la relación de Israel con Naciones Unidas. "Israel siempre ha tenido un discurso muy agresivo contra la ONU porque considera que es una organización que se ha creado en contra de sus intereses", explica Ignacio Gutiérrez de Terán, profesor de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y autor del libro Hezbolá. El laberinto de Oriente Medio (Catarata). La ONU ha criticado duramente los ataques israelíes tanto en el Líbano como en Gaza, especialmente por los daños a instalaciones civiles y humanitarias. Bajo el Gobierno de Netanyahu, Israel ha endurecido su postura contra la ONU, deslegitimando a la agencia UNRWA y vetando la entrada de su secretario general, António Guterres. Con el apoyo de Estados Unidos, Israel ha desafiado abiertamente la autoridad de la ONU, marcando un punto de ruptura que podría afectar gravemente los esfuerzos internacionales por mediar en el conflicto.