El plan del heredero de Porsche de construir un túnel privado tiene enfadados a sus vecinos alpinos
El acuerdo para excavar un túnel a través de la montaña para el magnate del automóvil está avivando una guerra de clases en Salzburgo; "un proyecto moralmente reprobable"
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Para Stefan Zweig, famoso escritor de los años veinte, parte del encanto de su "romántica y poco práctica" casa de Salzburgo era que estaba en las faldas de los Alpes, "inaccesible en coche".
Para el magnate del automóvil Wolfgang Porsche, que compró la villa del siglo XVII por unos 9 millones de dólares en 2020, la falta de un acceso cómodo es un problema de ingeniería con una solución cara: un túnel privado de unos 500 metros a través de la colina hasta un cavernoso garaje subterráneo. La pregunta es si Salzburgo, la ciudad austriaca de postal más conocida por ser el hogar de Mozart y Sonrisas y lágrimas, dará luz verde a su residente más famoso en la actualidad.
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La extravagante cueva-garaje se ha convertido en la comidilla de la ciudad, reavivando el debate sobre si un municipio famoso por su festival de ópera de etiqueta tiene una ley para los ricos y otra para el resto. Doris Rüggeberg, una de las vecinas de Porsche, está encantada con la idea de que alguien esté renovando una de las propiedades más destacadas de la ciudad. "Salzburgo es Salzburgo porque gente muy rica construyó estos edificios de los que todos estamos orgullosos", afirma. Pero con el ya elevado coste de la vida en la ciudad en aumento, el túnel se ha convertido en un punto álgido para la izquierda. Maike Cyrus, que se presenta a las elecciones al consejo estudiantil de la universidad local, ha destacado el contraste entre el plan de Porsche y el aumento de los alquileres. "Nos parece inaceptable que una persona multimillonaria utilice sus contactos políticos y su dinero para un proyecto moralmente reprobable", afirma.
Hasta hace poco, el plan de Porsche iba viento en popa. A principios del año pasado, el octogenario obtuvo el permiso del exalcalde de Salzburgo, miembro del conservador Partido Popular Austriaco, para excavar un garaje privado en forma de cruz con capacidad para 12 coches bajo el Kapuzinerberg, una montaña boscosa que se eleva abruptamente desde la orilla derecha del río Salzach, en el centro de la ciudad, y conectarlo con su nueva casa. Para llegar al garaje subterráneo, se perforaría un túnel a través de la piedra caliza local desde un aparcamiento municipal ya existente. Pero entonces el ayuntamiento de Salzburgo dio un giro inesperado, con el Partido Comunista de Austria aprovechando la preocupación por el coste de la vivienda para quitarle votos al Partido Popular en las elecciones de marzo. "Creo que lo que más sorprende a la gente es que un particular pueda excavar la montaña", dijo Ingeborg Haller, líder del grupo del Partido Verde en el ayuntamiento y principal opositora al proyecto.
"Nos parece inaceptable que un multimillonario use sus contactos políticos y su dinero para un proyecto moralmente reprobable"
También cuestionó la tarifa que Porsche pagó al ayuntamiento por el permiso para excavar en sus terrenos: 40.000 euros. El costo total del proyecto, que correría a cargo del propio Porsche, podría ascender a 10 millones de euros, según informó la prensa local. A raíz de la investigación de Haller, el nuevo alcalde de Salzburgo encargó una valoración independiente. Esta concluyó que Porsche había pagado de más: el permiso tiene un valor de 35.304 euros. La villa es un punto de referencia local. Es uno de los pocos edificios del Kapuzinerberg, junto al monasterio de los capuchinos que da nombre a la zona, y domina las torres de la iglesia y la fortaleza de la colina del centro de la ciudad. La vista, coronada por los Alpes nevados en esta época del año, es muy fotografiada por los aproximadamente 1,8 millones de visitantes que recibe Salzburgo cada año.
Zweig solía invitar a autores de fama mundial como James Joyce y Thomas Mann a alojarse en la casa. El propio Zweig inspiró la exitosa película de Wes Anderson de 2014, El gran hotel Budapest, que canalizaba la nostalgia característica del escritor judío por la antigua Mitteleuropa que vio sucumbir al nazismo. En lo que respecta al túnel, una solución podría consistir en permitir cierto acceso público a lo que a veces se conoce como Villa Zweig, una posibilidad que el propio Porsche mencionó cuando la compró. Otra opción sería abrir el túnel a Rüggeberg y a otros ocupantes de la colina, que, al igual que Porsche, actualmente tienen que subir por una carretera empinada y sinuosa y atravesar un par de estrechos arcos históricos. El aparcamiento subterráneo para la propiedad de Porsche requerirá un cambio en el plan urbanístico de Salzburgo y, por lo tanto, una votación en el consejo. Se espera que esta tenga lugar a mediados de mayo.
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El alcalde Bernhard Auinger y sus socios socialdemócratas, que aún no han tomado partido, tendrán los votos decisivos. Se encuentran entre las facciones de derecha, que no ven ninguna razón para impedir que Porsche construya su garaje, y los comunistas y verdes, que argumentan que el túnel es un uso inadecuado del suelo público. Para complicar aún más la situación política, Auinger formaba parte del consejo de administración del "holding" de Porsche como representante de los trabajadores. El alcalde ha declarado que aún no ha decidido si debe abstenerse en la votación. Lo que parece molestar a los vecinos es que Porsche haya recibido un trato tan preferente por parte del anterior gobierno municipal, mientras que los proyectos de túneles públicos nunca han llegado a despegar. "Cuando alguien tiene dinero, el ayuntamiento se pone manos a la obra, pero cuando se trata de construir transporte público, de repente todo se complica", escribió recientemente en las redes sociales Nicol Makula, un diseñador gráfico de Salzburgo. Un portavoz de Porsche ha preferido no hacer comentarios sobre la disputa política.
La villa de Salzburgo, que está siendo reformada, será la residencia secundaria del heredero. La casa familiar de Porsche es una granja de 600 años de antigüedad situada cerca de Zell-am-See, a una hora y media en coche hacia el sur. La propiedad fue comprada por su abuelo Ferdinand Porsche, quien fundó la empresa familiar y diseñó lo que se convirtió en el Volkswagen Escarabajo para Adolf Hitler. Un antiguo granero alberga una colección de unos 40 vehículos, entre los que se encuentran un Porsche 911 Turbo S de 1993 en el color verde de la familia y un roadster descapotable de 1952 diseñado para el mercado estadounidense. Porsche, que es presidente de un holding que controla tanto la empresa automovilística homónima como Volkswagen, ha declarado que le gusta dar paseos matutinos con sus coches por las sinuosas carreteras que conducen al Grossglockner, el pico más alto de Austria.
El alcalde Bernhard Auinger y sus socios socialdemócratas, que aún no han tomado partido, tendrán los votos decisivos
Muchos vecinos simpatizan con el octogenario y critican lo que consideran un circo político. "Es la política de la envidia", afirma Hans Peter Reitter, un director de banco jubilado. "Resulta muy vergonzoso para Salzburgo cuando hay problemas mucho más serios e importantes que resolver".
*Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducido por Federico Caraballo
Para Stefan Zweig, famoso escritor de los años veinte, parte del encanto de su "romántica y poco práctica" casa de Salzburgo era que estaba en las faldas de los Alpes, "inaccesible en coche".